Se entiende por concentración, el proceso psíquico que se realiza por medio del razonamiento; consiste en centrar voluntariamente toda la atención de la mente sobre un objetivo, objeto o actividad que se esté realizando o pensando en realizar en ese momento, dejando de lado toda la serie de hechos u otros objetos que puedan ser capaces de interferir en su consecución o en su atención.
Los niños que presentan Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), pueden presentar problemas a la hora de concentrarse para realizar las tareas, y por ello les resulta especialmente complicado realizar y terminar tareas como los deberes, preparar exámenes o recoger sus cosas.
Tanto en el mercado como en la red, podemos encontrar diferentes materiales para poder desarrollar esta capacidad en todos los niños y en especial en aquellos que tiene problemas en esta área, como es el caso de los TDAH.
Hoy hablaremos del Método Guillour, creado hace más de 30 años por Lourdes Gutiérrez Vázquez, psicopedagoga y artística plástica, con el objetivo de mejorar la concentración y la atención, a través de un entrenamiento de ambos hemisferios cerebrales.
Fundamentación del método
Como hemos explicado, la base del método consiste en desarrollar los dos hemisferios cerebrales mediante una serie de ejercicios recomendados. El hemisferio izquierdo, es quien se encarga de la parte verbal, analítica y lógica, mientras que el hemisferio derecho trabaja con la parte no verbal, espacial y analógica. Cuando buscamos aumentar la calidad del ciclo atencional, ambos hemisferios tendrán que trabajar conjuntamente estableciéndose una mayor conexión neuronal.
¿En qué consiste el Método Guillour?
Los ejercicios que se realizan en el Método Guillour se basan en la realización de una serie de trazos y líneas que serán guidas por la imagen invertida del espejo, consiguiendo de esta manera una coordinación entre el movimiento de la mano y lo que se ve. Al principio, las actividades pueden resultar laboriosas de realizar pero con la práctica constante, podrá comprobarse una mejoría del proceso atencional y de concentración, capacidad de observación, así como el desarrollo de la creatividad, gracias a la activación de diferentes zonas en ambos hemisferios.
¿Qué tipo de actividades deben de realizarse?
Lo positivo de este método es que, conociendo el perfil de ejercicios que pueden realizarse, las actividades se confeccionan en función de las necesidades del niño, ya que su realización no supone una gran complejidad.
Veamos algunos ejemplos de actividades:
- Una actividad que puede realizarse es la siguiente. Trazar sobre un folio una serie de dibujos geométricos sencillos (círculos, líneas curvas…) La actividad consistirá en recorrer con el dedo índice de la mano las distintas figuras dibujadas. A la vez, con la otra mano, se irá repasando al mismo tiempo la figura con un lápiz. El ejercicio debe de hacerse despacio y siendo consciente de la misma, focalizando la atención en la tarea.
- Otra actividad, muy parecida a la anterior, es seguir con el dedo índice la figura y con la otra mano y trazando con un lápiz, la misma figura al lado pero, en simetría (es decir, como si fuera en espejo) Esta actividad al principio nos resultará muy complicada ya que no estamos acostumbrados a dibujar la parte contraria de dibujos.
- El último tipo de actividad sería resolver un laberinto en papel pero con la característica de que se resolverá con un espejo en frente. El ejercicio debe de hacerse sin levantar el lápiz de la hoja y centrando nuestra mirada en el espejo, no en el papel.
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Lucía Osorio Quintana. Psicopedagoga de Fundación CADAH (2017)